No me olvido

No me olvido, aunque intento no acordarme... El empeño se hace vano, y es misión imposible no volver la mirada atrás. Lo importante es que tu esencia permanece y mientras sea así, te tenemos.
El espíritu de la Navidad ha llegado, volvemos a casa y tú... ¡Con nosotros!

25 de Septiembre

El primer cumpleaños... Ayer y sabiéndome segura, ¡qué tontería!, pregunté... Es mañana. Cuanto anhelo una goma de borrar, un borrador mágico... Quiero regalarte: recuerdos, memoria, momentos... ¡Los hay preciosos! Que raro se hace todo y lo que cuesta. Felicidades cuñao.

Septiembre

¿Recuerdas?, este año tocan impares... No quiero preguntarlo, pero seguramente habrá sido o será muy pronto tu cumpleaños. Lo sé porque el mio te sigue los talones.
¡Somos jovenes! Y yo me  lo creía tanto, estaba tan convencida, que pensé que estariamos siempre...
Aquí estamos, pasando como se puede, sin levantar ruido, de puntillas y echando a correr cuando los "momentos" se aproximan... Querer engañar o despistar a la memoria no es tarea fácil. Querer hacerlo al corazón, es dejarse el alma en el intento.
Donde estés: ¡por ti!

Juan Miguel

Lo he sabido y es cuando lo he entendido... ¡Y cuesta!

No son las fechas, ni las celebraciones, ni los cumpleaños, ni los santos...
El motivo de tanta añoranza y tristeza, es y será siempre el de tu ausencia.

Que pasen los días, que vuelen... Hasta retroceder en el tiempo...

Felicidades Juan Miguel.

Correo

Si fuera verdad en lo que creo... Por si te llega.

Luceros

Correr, correr... Que pasen los días, que vuelen... Sin huellas, sin marcas...
Respirar humo y pólvora. Embelesarme, embriagarme, hasta retroceder
en el tiempo... ¡Al galope, al galope! ¡Escapar! ¿Pero como se escapa...?
Se acercan los días y se contiene el llanto. Todo habla de él, desde Luceros
hasta Benacantil. ¡Que fuerte, cuñao!
Y ahora y no quería, lloro con rabia y mucha pena, al canto de la mascletá y
al abanico de las palmeras...
Este año más que nunca todo sabe a ti. Perdóname por no acudir...
¡Qué ronda más barata, Juanmi! Dieciseis... de junio. ¡El más guapo!
Te echamos mucho de menos.

21 de Mayo

En unas horas tu cumpleaños: 21 de mayo.
Seguro que en este habría especial celebración, pues los años a cumplir,
sumaban un número de esos que te hacen pensar en lo deprisa que nos va
pasando la vida.
No quiero ni por un segundo pensar en lo que ha ocurrido. No se si eso
es malo o bueno, pero de momento atenúa la tristeza y entre una y otra cosa,
nos van pasando los días. Dicen y es verdad, que con el paso del tiempo
el dolor se dulcifica. ¡Menos mal! Visto así me gustaría ver correr al galope
los días, y ya puestos a pedir, me encantaría poder borrar lo que nunca debió pasar.
Pienso en lo que has dejado, y me invade tal pena, al pensar en Rosa y las nenas,
en tu madre, en tus hermanas, en tus hermanos, hasta Juanmi que está contigo llora...
Tus suegros. Los nenes, grandes y pequeños. Tus cuñados, nosotras. ¡Tanta gente Vicen!
Hay tanta gente llorándote, que será imposible no recordarte mañana.
21 de mayo, mi cuñado Vicente hubiera cumplido sesenta maravillosos años. ¡Qué pena!
Donde estés Vicen, va por ti.

Impasse

Y pasaron los días y las semanas...

Había escrito, pero tal cual lo hacía lo guardaba, quizá más

adelante mi pudor me de permiso.

En este impasse, todo y nada ha cambiado. El espacio,

su espacio, sigue vacio; aunque el recuerdo es tan real,

tan querido y tan deseado, que no hay día que no tomemos

café con él, aquí o allí... Así que, en este "punto muerto"

vamos, venimos y nos aguantamos.

"¡Plantada!" ¡Plantados nos hemos quedado!

Ahora somos palmeras mirando siempre al cielo...

Cualquier día me perfumo de pólvora festera, o canto

para dentro detrás de la Dolorosa... Quiero hacerte llegar

todo, hasta el "nuvolet", no quiero que te pierdas nada.

Es verdad que la realidad implacable nos recuerda cada

día el presente, pero también la mucha juventud que nos

queda aún en casa: nuestros hijos y sobrinos, que están

con las manos llenitas de futuro y con los brazos abiertos,

haciéndonos guiños a lo "follow me", nos empujan; y es

que tenemos que seguir y seguiremos, pero lo haremos

contigo, porque tú estás en nosotros: magia o milagro,

¡aquí estás! Fíjate, termina de pasarme una foto (no es

la primera vez que me ocurre con ella). Es en el bautizo

de Margarita: el puerto, ya de noche y ¡nosotros!

¿Os acordáis?

El ayer, tantos y tan buenos momentos que siguen vivos

en nuestro recuerdo y mientras eso pase, diremos ocho,

¡siempre OCHO!